· Andrés Fernández de Andrada
Epístola moral a Fabio
Fabio, las esperanzas cortesanas
prisiones son do el ambicioso muere,
y donde al más activo nacen canas.
El que no las limare o las rompiere,
ni el nombre de varón ha merecido,
ni subir al honor que pretendiere.
El ánimo plebeyo y abatido
elija, en sus intentos temeroso,
primero estar suspenso que caído;
que el corazón entero y generoso
al caso adverso inclinará la frente,
antes que la rodilla al poderoso.
Más triunfos, más coronas dio al prudente
que supo retirarse, la Fortuna,
que al que esperó obstinada y locamente.
Esta invasión terrible e importuna
de contrarios sucesos nos espera
desde el primer sollozo de la cuna.
Dejémosla pasar como a la fiera
corriente del gran Betis, cuando airado
dilata hasta los montes su ribera (...)
¿Qué es nuestra vida más que un breve día,
do apenas sale el sol, cuando se pierde
en las tinieblas de la noche fría?
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¿Qué más que el heno, a la mañana verde,
seco a la tarde? ¡Oh ciego desvarío!
¿Será que de este sueño se recuerde?
¿Será que pueda ver que me desvío
de la vida viviendo, y que esté unida
la cauta muerte al simple vivir mío?
Como los ríos, que en veloz corrida
se llevan a la mar, tal soy llevado
al último suspiro de mi vida (...)
¡Oh, si acabase, viendo como muero,
de aprender a morir antes que llegue
aquel forzoso término postrero;
antes que aquesta mies inútil siegue
de la severa muerte dura mano,
y a la común materia se la entregue!
Pasáronse las flores del verano,
el otoño pasó con sus racimos,
pasó el invierno con sus nieves cano;
las hojas que en las altas selvas vimos
cayeron, ¡y nosotros a porfía
en nuestro engaño inmóviles vivimos!
Temamos al Señor, que nos envía
las espigas del año y la hartura,
y la temprana lluvia y la tardía (...)
Quiero, Fabio, seguir a quien me llama,
y callado pasar entre la gente,
que no afecto los nombres ni la fama (...)
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· Fray Miguel de Guevara
Un curioso poema en el que sólo se juega con dos palabras como rima. Más bien un ejercicio lingüístico que se inserta en la profundización en el lenguaje y sus significados que tanto se desarrolló en el Barroco.
El tiempo y la cuenta
Pídeme de mí mismo el tiempo cuenta;
si a darla voy, la cuenta pide tiempo.
¿cómo dará, sin tiempo, tanta cuenta?
Tomar no quiere el tiempo tiempo en cuenta,
porque la cuenta no se hizo en tiempo;
que el tiempo recibiera en cuenta tiempo
si en la cuenta del tiempo hubiera cuenta.
¿Qué cuenta ha de bastar a tanto tiempo?
¿Qué tiempo ha de bastar a tanta cuenta?
Que quien sin cuenta vive, está sin tiempo.
Estoy sin tener tiempo y sin dar cuenta,
sabiendo que he de dar cuenta al tiempo
y ha de llegar el tiempo de la cuenta.
· Francisco de Aldana
(1537-1578) Poeta español que compendia las virtudes humanas y literarias del renacimiento, ha sufrido un olvido injusto hasta épocas recientes donde destaca como uno de los principales autores italianizantes contemporáneos de Garcilaso de la Vega. Nació en Italia, se supone que cerca de Nápoles, donde estaba destinado su padre. Se hizo militar y a los veintitrés años ya era capitán. Combatió en Flandes a las órdenes de Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba. El rey Felipe II le mandó a Marruecos donde moriría en 1578 durante la batalla de Alcazarquivir. Su obra poética, publicada póstumamente, incluye poemas eróticos que siguen pautas petrarquistas (véase Francesco Petrarca), si bien tienen un tono más naturalista, insistiendo en la corporeidad de la amada y el hedonismo. También escribió poemas mitológicos y religiosos que remiten a los de fray Luis de León. Es famosa especialmente su Epístola a Arias Montano, escrita en tercetos y con un contenido de carácter ascético.
· Calderón de la Barca
Cuentan de un sabio, que un día
tan pobre y mísero estaba
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
tan pobre y triste que yo?
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.
· Lope de Vega
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde, animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
· Fray Luis de León
Se trata de dos quintillas, no una décima, en la que encontramos condensados los principales ejes de la poesía de Fray Luis de León
Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa
ni envidiado ni envidioso.
· San Juan de la Cruz
San Juan de la Cruz
País de origen: España
Nació el 24 de junio de 1542 en Fontiveros, Ávila. Hijo de Gonzalo de Yepes y Catalina Álvarez. A la muerte de su padre la familia quedó en la miseria. Su madre trabajó en oficios domésticos en un convento. Se trasladaron a Medina del Campo donde aprendió el oficio de tejedor, después fue enfermero de hospital. Cursó estudios en la Compañía de Jesús aunque ingresó en la Orden de los carmelitas en el año 1563 y en la Universidad de Salamanca hasta su ordenación como sacerdote en 1567. En septiembre deese mismo año se encuentra con Santa Teresa, quien le habla del proyecto de la Reforma de la Orden y le integra en el movimiento reformador. En 1568 establece el primer convento de Carmelitas Descalzos, los cuales insistían en la contemplación y la austeridad extremas. Sus intentos de reforma monástica le llevaron a sufrir prisión en Toledo en 1577 durante la cual compone los versos del Cántico espiritual. Escapa de la cárcel y se refugia en un monasterio. Sigue con la obra de la Reforma carmelitana fundando diversos conventos. En 1584 inaugura el convento de Granada, y acaba el Cántico espiritual y la Subida del Monte Carmelo y compone la Noche oscura del alma y la Llama de amor viva, que constituyen toda su obra. Falleció el 14 de diciembre de 1591 en Úbeda en 1591. Sus últimas palabras fueron: "En tus manos Señor, encomiendo mi espíritu". Fue canonizado en 1726 y declarado Doctor Místico de la Iglesia por Pío Xl en 1926, está considerado el poeta místico más importante de la lengua española. En mayo de 1593 son trasladados sus restos a Segovia.
· Garcilaso de la Vega
SONETO XXIII
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre;
marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
· Cristóbal de Castillejo
Castillejo ha encabezado tradicionalmente al grupo de poetas contrarios al Renacimiento, sin embargo, a pesar de las críticas a la lengua empleada, utiliza el soneto.
Garcilaso y Boscán, siendo llegados
al lugar donde están los trovadores
que en esta nuestra lengua y sus primores
fueron en este siglo señalados,
los unos a los otros alterados
se miran, con mudança de colores,
temiéndose que fuesen corredores
espías o enemigos desmandados;
y juzgando primero por el traje,
paresciéronles ser, como debía,
gentiles españoles caballeros;
y oyéndoles hablar nuevo lenguaje
mezclado de estranjera poesía,
con ojos los miraban de estranjeros.
· Luis de Góngora
Góngora como cordobés no dejó de ensalzar su ciudad. Este es el poema más representativo.
A CORDOBA
Oh excelso muro, oh torres coronadas
de honor, de majestad, de gallardía!
¡Oh gran río, gran rey de Andalucía,
de arenas nobles, ya que no doradas!
Oh fértil llano, oh sierras levantadas,
que privilegia el cielo y dora el día!
¡Oh siempre gloriosa patria mía,
tanto por plumas cuanto por espadas!
Si entre aquellas ruinas y despojos
que enriquece Genil y Dauro baña
tu memoria no fue alimento mío,
nunca merezcan mis ausentes ojos
ver tu muro, tus torres y tu río,
tu llano y sierra, ¡oh patria, oh flor de España !
LA MAS BELLA NIÑA
La más bella niña
de nuestro lugar,
hoy viuda y sola,
y ayer por casar,
viendo que sus ojos
a la guerra van,
a su madre dice
que escucha su mal:
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Pues me diste, madre,
en tan tierna edad
tan corto el placer,
tan largo el penar,
y me cautivastes
de quien hoy se va
y lleva las llaves
de mi libertad.
Dexadme llorar,
orillas del mar. En llorar conviertan
mis ojos de hoy más
el sabroso oficio
del dulce mirar,
pues que no se pueden
mejor ocupar
yéndose a la guerra
quien era mi paz.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
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No me pongáis freno
ni queráis culpar;
que lo uno es justo,
lo otro por demás.
Si me queréis bien,
no me hagáis mal;
harto peor fue
morir y callar.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Dulce madre mía,
quién no llorará,
aunque tenga el pecho
como un pedernal,
y no dará voces
viendo marchitar
los más verdes anos
de mi mocedad?
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Váyanse las noches,
pues ido se han
los ojos que hacían
los míos velar;
váyanse y no vean
tanta soledad
despues que en mi lecho
sobra la mitad.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
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· Francisco de Quevedo
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